miércoles, 6 de enero de 2010

Reyes, 06 de janeiro.

Reyes en Barcelona





torta típica da festa





doces da época





Las luces de Barcelona se atenuaran en la noche del día 05 de enero al paso de la cabalgata de Sus Majestades los Reyes de Oriente para que sus carrozas brillaran aún más y todos los niños pudiesen ver una comitiva que este año fue un reflejo del diálogo entre culturas que protagonizaran Melchor, Gaspar y Baltasar.


Miles de niños salierion a las calles de la capital catalana para recibir a los Reyes, cuyas carrozas ganaran este año en altura lo cual, junto a la decisión de atenuar la iluminación a su paso, permitió que el desfile más esperado del año fuise visible desde lejos.


Los Reyes de Oriente llegaram pasadas las cinco de la tarde del día 05 en el paquebote Santa Eulalia al Moll de la Fusta, donde han sido recibidos por el alcalde, Jordi Hereu, entre otras autoridades, y con los primeros saludos a los más pequeños ha comenzado la fiesta.


Acompañados de una espectacular comitiva real y con agentes de la Guardia Urbana vestidos de gala a la cabeza, los Reyes Magos han llegado al escenario en el que el alcalde les ha hecho entrega del pan y la sal, símbolo de bienvenida y hospitalidad, y de la llave mágica que esta noche abre las puertas de todas las casas de Barcelona.


Los Reyes Magos también conocidos como los Magos de Oriente son personajes provinientes de la cultura popular italiana, cuya función principal es vigilar el comportamiento de los niños y traerles regalos. Tienen su origen en la Biblia, concretamente en el Evangelio de Mateo, que es la única fuente que menciona a unos magos judíos, posiblemente provinientes de Egipto, que visitan a Jesús tras su nacimiento.

LEYENDA
La tradición más difundida cuenta que vinieron de Oriente, en número de tres, y que iban guiándose por una estrella (celebérrimamente conocida como La estrella de Belén) que les condujo hasta Belén. Allí buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron, ofreciéndole oro (representando su naturaleza real, como presente conferido a los reyes), incienso (que representa su naturaleza divina, empleado en el culto en los altares de Dios) y mirra (un compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús). Antes de llegar, encontraron al gobernador Herodes el Grande en la ciudad de Jerusalén, quien astutamente les conminó a que, de regreso, hablaran con él para darle noticia del sitio exacto donde se encontraba dicho niño; y, así, poder ir él también a adorarle. (En realidad, lo que quería era darle muerte, por eso ordenó la matanza de los inocentes).


La historia sigue contando cómo un ángel se apareció a los tres reyes magos y les advirtió del peligro que corría Jesús si ellos obedecían el deseo de Herodes. Así pues, no volvieron por el mismo sitio. Parece ser que, sólo por el hecho de que el relato evangélico indicara que trajeron tres dones (oro, incienso y mirra), se dio por sentado que eran tres los personajes que los traían. Aunque también en algún momento las distintas tradiciones han señalado que eran dos, cuatro, siete y hasta doce.


La primera vez que surge el nombre con que hoy conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia). El friso de la imagen está decorado con mosaicos de mediados del siglo VI que representan la procesión de las Vírgenes. Esta procesión está conducida por tres personajes vestidos a la moda persa, tocados con un gorro frigio y su actitud es la de ir a ofrecer lo que llevan en las manos a la Virgen que está sentada en un trono y tiene al Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se pueden leer tres nombres, de derecha a izquierda: Gaspar, Melchior, Balthassar…


Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbología: se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad, representantes de las tres edades del hombre y representantes de los tres continentes (Asia, África y Europa).
La llegada de los Reyes Magos es un tema tratado también en los Evangelios apócrifos. Según la tradición esotérica aplicada al cristianismo, estos personajes procedían del lugar donde se encontraba el Preste Juan.


En España y en algunos países de Latinoamérica, existe la costumbre de hacer regalos a los niños (y por extensión a los mayores) la noche del día 5 de enero. Es normal que los niños escriban una carta dirigida a los reyes solicitando los regalos que desean así como asegurando su buen comportamiento durante el año ya que, según la tradición, los niños que se portan mal reciben carbón dulce en vez de regalos. La mayoría de los servicios postales aceptan estas cartas. La costumbre era poner los regalos en el balcón, sobre los zapatos que previamente se habían colocado allí. A veces se dejaban allí mismo dulces para obsequiar a los dignos visitantes y paja para los camellos, que se supone era o es el medio de transporte.



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